Se supone que hay que mantener el blog personal actualizado, especialmente cuando es una ventana profesional como este. No lo he hecho muy bien y se me han acumulado meses de listas de links. Posiblemente me dejo algún que otro artículo en el camino, pero aquí va una selección de los temas en los que he trabajado en estos últimos meses.
Una de las cosas que más me gusta es adentrarme en la historia del marketing y la publicidad en mis artículos en PuroMarketing. En los últimos meses, he escrito sobre los bares automáticos en la España de los años 30 y cómo fueron pioneros en el uso de las experiencias. Curiosamente, la pista que me puso tras esta historia fue un diario de una adolescente barcelonesa durante la Guerra Civil.
También es fascinante como parte de la historia del marketing de contenidos la historia de Elena Francis y su consultorio radiofónico. Francis no existía: era todo una acción de marketing que duró décadas de un centro de estética.
Los vídeos de recetas son virales y fascinantes, pero muchas veces completamente fake. Escribí sobre ello en BuenaVida de El País.
Igual de popular que los vídeos de recetas son los memes de Baby Yoda, pero al menos en su caso no nos engañan pensando que seremos capaces de hacer recetas increíbles con un par de minutos de microondas. Lo que sí nos dicen es, sin embargo, cómo han cambiado los ciclos de mercado (y me dan una excusa para usar mi gif favorito de todos los de Baby Yoda).
Algunos temas sobre historia de mujeres
Otra de las áreas en las que escribo mucho es sobre historia de las mujeres, feminismo y como todo eso conecta con el mundo actual. Público publicó en castellano una traducción del artículo que había publicado en gallego en la revista Luzes sobre la historia de la menstruación. También escribí sobre la regla, el tabú del color rojo y lo que están empezando a hacer las empresas hace unos días en PuroMarketing.
En Librópatas hablé de una historia que he descubierto gracias a una biografía fascinante, la del «hospital de las sufragistas» durante la I Guerra Mundial. Fue uno de los libros que leí en los meses del confinamiento, aunque la verdad es que esos fueron meses de poca lectura, mucha relectura y búsqueda de paz en best-selles. Leer poco a pesar de tener tanto tiempo encerradas en casa no debería habernos hecho sentir culpables y sobre eso, por cierto, también escribí una columna.
Foto de Tirachard Kumtanom en Pexels